Bañar al bebé es una de las cosas que más preguntas genera. Es un momento muy especial, íntimo y en ocasiones ‘caótico’. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez sacando al bebé de la bañera, el agua chorreando hacia las axilas, mordiendo la toalla con los dientes (¡con la dentera que da eso!) y gritando para que alguien viniera a ayudar? Para que esto no te suceda hemos creado esta guía rápida con los pasos que debes tener en cuenta antes de ponerte a bañar a tu bebé.

¿CÓMO SE DEBE BAÑAR AL BEBÉ?

Como comentamos en la entrada anterior, sobre qué tipo de piel tiene el bebé, en el momento del nacimiento es recomendable no bañar al bebé con jabones para mantener el vérnix caseoso. Lo más adecuado es lavarle solamente con agua para  limpiar la sangre que pueda quedar del momento del parto. Pero no  os preocupéis porque esa parte la realizará la comadrona.

Posteriormente, el baño durante el primer mes de vida no es imprescindible, sólo con limpiar las zonas que están más expuestas a la suciedad, es suficiente.

A partir del mes de edad, 48 horas después de la caída del cordón umbilical, ¡ya podréis bañar al bebé con total tranquilidad!

¿Cuáles son los pasos que debéis seguir para bañar al bebé?

Antes de empezar el  baño se deben preparar todas las cosas necesarias y dejarlas a mano para minimizar los riesgos. Estas cosas son: Bañera, toalla, manopla o esponja (en caso de usarse), ropa limpia, pañal, toalla extra (por si se moja demasiado o el bebé se orina) jabones y cremas, crema del pañal, un termómetro de agua y un cepillo suave (las dos últimas no son las más prioritarias).

Lugar: La temperatura de la habitación debe estar entre los 20º – 24º5902119cd386f2e0954aef36dceac857

Temperatura del agua: la correcta temperatura, entre 35º y 38º, hace que el  bebé pierda menos calor y sea mucho más cómodo.No hace falta llenar la bañera demasiado (menos de la mitad), tiene que tener una profundidad que sea cómoda para el niño y para los padres que deben sujetarlo para que no se resbale.

Lavar el cuerpo del bebé: Una vez ya está todo a punto, podéis desnudar al bebé. Es muy importante antes de introducirlo en la bañera limpiarle los restos de heces y orina del pañal. Al introducirlo en la bañera debéis sujetarlo bien, ya que al estar mojado puede resbalar. Lo más cómodo es colocarse en un lado de la bañera pasar un brazo por debajo de su nuca y sujetarle por el brazo opuesto, de esa manera haréis de apoyo para su cabeza. No debéis soltarlo nunca. Con la mano que queda libre, enjabonar con suavidad, axilas, cuello, brazos, vientre y piernas especialmente los pliegues que es donde se acumula toda la suciedad. Una vez se termina el proceso, aclarar de manera que no queden restos de jabón.  En la cara no es necesario aplicar jabón, únicamente agua templada.

Momento de diversión: En este momento hay que dejarle que disfrute del agua, de los chapoteos, de los juguetes o cualquier cosa que esté ocurriendo dentro de la bañera. Es un momento especial para que descubra cosas nuevas y se acostumbre a la rutina del baño. Hablarle, cantarle y jugar con él durante el baño hace que aumente el vínculo comunicativo

– Lavar el pelo del bebé: Se deben utilizar, siempre, productos adecuados para el cabello del bebé.  Con la mano que queda libre mojar suavemente el pelo. Aplicar una pequeña cantidad de champú y practicar un suave masaje por toda la cabeza. Es importante aclarar bien con agua hasta que no queden restos de champú, podría irritarle y producirle picores. En invierno es mejor dejar esta parte para el final, para que no se quede mucho rato con el pelo mojado y pueda coger frío.

– Salida de la bañera: Al estar mojado puede resultar escurridizo. Hay que utilizar las dos manos para poder sacarlo con toda seguridad. Una vez fuera se envuelve rápidamente en la toalla, que sea de textura suave y de algodón. Estirarle en el cambiador y con pequeños toquecitos secar toda la piel (no se arrastra con la toalla, podría irritarle). Hay que poner especial interés en secar las zonas con más pliegues, el exceso de humedad podría provocarle irritaciones.

– Hidratar: Antes de vestir al bebé se debe aplicar una loción hidratante para evitar la sequedad. Es interesante aplicarla en zonas con tendencia a resecarse o irritarse más como, por ejemplo, axilas, ingles, cuello, y pliegues en general. Puede ser un buen momento para realizarle un masaje.

-Masaje: El masaje siempre se debe realizar con paciencia, cariño y mucho cuidado, el tacto es muy importante para un buen desarrollo emocional. Siempre tiene que resultar una experiencia placentera. El masaje le aporta seguridad, estimula sus sentidos permitiéndoles experimentar nuevas sensaciones a través de su piel y le ayuda a relajarse para el momento de ir a dormir. En la próxima entrada del blog profundizaremos un poco más en este tema.

– Duración: Es importante que los baños no sean excesivamente largos, con 15-20 minutos es suficiente.

-Cuidado de las uñas: El recién nacido no necesita cuidado especial de las uñas ya que al ser tan finas ellas solas se van rompiendo. Una vez las uñas del niño ya son suficientemente duras como para poder ser cortadas sin problema (aproximadamente 15 días después del nacimiento) se pueden cortar con unas tijeras de puntas redondeadas, o también se pueden limar con una lima para bebés en el caso de que estén demasiado blandas o difíciles de cortar. Hay que tener especial cuidado de no cortar cerca de la carne, debéis respetar la línea blanca natural.

¿ES NECESARIO BAÑAR AL BEBÉ TODOS LOS DÍAS?

La asiduidad del baño depende de:

First time bath

– La edad: Para los bebés de 1 a 12 meses de vida con un baño cada dos o tres días es suficiente ya que se le suele limpiar conforme lo necesita. Lo que más se ensucia un bebé de esa edad es la zona del pañal, cara y manos.

– Lugares de juego: Los niños a partir de un año de vida es posible que necesiten un baño al día puesto que suelen estar más expuestos a la suciedad, salen más, ya están en la escuela o juegan en áreas públicas.

– Clima: Durante el invierno es habitual disminuir la frecuencia de los baños en los bebés más pequeños. Esto ayuda a reducir la sequedad de la piel que produce el viento o las calefacciones. En cambio en verano los baños pueden resultar agradables porque ayudan a refrescar al bebé.

Si queréis saber qué productos váis a necesitar para una correcta higiene del bebé en el momento de llegar a casa, no os perdáis nuestra próxima entrada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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